

Esta carta es dirigida a “Gayo el amado” este no es Gayo de macedonia Hechos 19:29), ni Gayo de Derbe (20:4) ni tampoco Gayo de Corinto (1 Corintios 1:14; Romanos 16:23) este era otro personaje del mismo nombre, puesto que esté era un hombre común. Literalmente la palabra griega traducida “prosperado” significa “irle bien” lograr el fin deseado” por tanto prosperar en el versículo 2 Juan habla de la prosperidad del alma. Ya sabemos que el hombre consta de tres partes: espíritu alma y cuerpo (1 Tesalonicenses 5:23). El alma es el órgano que sirve de intermediario entre el cuerpo y el espíritu; el alma hace posible que el hombre tenga personalidad; está contenida en el cuerpo y el vaso que contiene el espíritu. En cuanto a los creyentes; Dios mora como espíritu en su espíritu regenerado (Romano 8:9,16) y se extiende desde su espíritu y satura su alma, a fin de transformarla para que lo exprese a el (Romanos 12:2; 2 Corintios 3:18) en esto consiste la prosperidad del alma del creyente. Cuando nuestra alma es ocupada y dirigida por el espíritu de Dios mediante nuestro cuerpo a disposición de Dios, como templo (1 Corintios 3:16-17), nuestra alma prospera. El Apóstol deseaba que el destinatario de su epístola un amado hermano que sobresalía en la prosperidad de su alma, también prosperase en todas las cosa y su salud física, así como su alma prosperaba en la vida divina.
Es posible que nuestro cuerpo prospere con salud y que nuestro vivir prospere en muchas cosas materiales, pero, además; de ello, es necesario que nuestra alma prospere en la vida divina ¿En que consiste la prosperidad de nuestra alma? La prosperidad de nuestra alma consiste en que la vida Divina se propague en ella. Mediante la regeneración, la vida Divina fue impartida a nuestro espíritu. Ahora es necesario que esta vida se extienda de nuestro espíritu a nuestra alma. Si esto sucede nuestra alma prosperará, a medida que se propague en ella la vida Divina. Espero que todos busquemos esto para que podamos experimentar adecuadamente la prosperidad de nuestra alma, a medida que propague en ella la vida Divina.
En resumen ser prosperada nuestra alma significa:
1)-Que nuestra mente goce plenamente de la vida Divina Efesios 4:23,24; Filipenses 4:8)
2)-Que nuestra voluntad se mantenga bajo el control de la vida Divina en toda sumisión, sujeción y servicio durante nuestro peregrinaje sobre esta tierra (Lucas 11:2; Mateo 12:50; Juan 7:17; efesio 6:6; Hebreos 11:21
3)-Que nuestra emociones sean dirigida, y saturada por la vida Divina como ejemplo de diferencia entre el creyente regenerado y el hombre natural) (Isaías 26:9; Salmos 73:25; Lucas 6:21; 1Pedro 2:2).
Es posible que nuestro cuerpo prospere con salud y que nuestro vivir prospere en muchas cosas materiales, pero, además; de ello, es necesario que nuestra alma prospere en la vida divina ¿En que consiste la prosperidad de nuestra alma? La prosperidad de nuestra alma consiste en que la vida Divina se propague en ella. Mediante la regeneración, la vida Divina fue impartida a nuestro espíritu. Ahora es necesario que esta vida se extienda de nuestro espíritu a nuestra alma. Si esto sucede nuestra alma prosperará, a medida que se propague en ella la vida Divina. Espero que todos busquemos esto para que podamos experimentar adecuadamente la prosperidad de nuestra alma, a medida que propague en ella la vida Divina.
En resumen ser prosperada nuestra alma significa:
1)-Que nuestra mente goce plenamente de la vida Divina Efesios 4:23,24; Filipenses 4:8)
2)-Que nuestra voluntad se mantenga bajo el control de la vida Divina en toda sumisión, sujeción y servicio durante nuestro peregrinaje sobre esta tierra (Lucas 11:2; Mateo 12:50; Juan 7:17; efesio 6:6; Hebreos 11:21
3)-Que nuestra emociones sean dirigida, y saturada por la vida Divina como ejemplo de diferencia entre el creyente regenerado y el hombre natural) (Isaías 26:9; Salmos 73:25; Lucas 6:21; 1Pedro 2:2).
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