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A – Importancia de la exhortación:
1. La exhortación se recibe como una suministración espiritual porque se considera un don que proviene de Dios (Romanos 12:8).
2. El costo de cada creyente al pagarlo debe de ser preparado como una Adoración. Es decir, no sacar en el mismo momento lo que va a aportar sino que esté listo. (V 5).
3. El costo no es una exigencia sino un deber de generosidad (De ilustre linaje (Pedro 2:9-10) Desprendido). Ser generoso es estar dentro de una clase que tiene caracteres comunes en el caso de la iglesia cae en la categoría de un fruto espiritual.
B – El principio de acción y reacción espiritual:
1. Sembrar es un sacrificio, porque primero se paga un costo. Se hace como el agricultor, que paga un costo por la semilla, pero la siembra en fe y tiene resultados.
2. Estar consciente que a la medida que siembra a esa misma medida cosecha. Es un asunto de que el adorador se ejercite en su consciencia. (Proverbios 11:24, Gálatas 6:4-10).
3. Si al dar lo hace desprendido desprendidamente el principio fluye. (V 9)
C – El Dar:
1. Es asunto de consciencia.
2. Cuando Pablo habla de “Tristeza y necesidad” se refiere que el adorador no puede ser mezquino (Un falto de lo necesario).
3. Dios ama al dador alegre. Un dador alegre es un generoso (Proverbios 3:9; 11:25 Paralelo Lucas 6:38). A Dios el Adorador le da lo primero.
4. El fluir de Dios quebranta la mezquindad. La hace desaparecer y proporciona al creyente todo lo que éste necesita en el espacio que se mueve y el tiempo de permanencia en la tierra, para que obre en tu buena obra.
5. En esto opera el principio del reino al cual pertenecemos después que somos creyentes V – 9 compárelo con (Lucas 1:6-7, 13; 2:37-38; Hechos 24: 16). Este principio consiste en que nuestro Testimonio, Oraciones, Alabanzas, espíritu de sabiduría y todo lo necesario tanto espiritual como material esté bajo la condición del fluir de Dios (Mateo 6:33)
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