Dones Operacionales

La Transformación Realizada al Ejercitar Nuestro Dones.

C. Dones Operacionales en la Iglesia.

Ya hemos tratado el asunto de los dones Espirituales y los dones Ministeriales, en esta ocasión hablaremos de los dones de servicios (operacionales). A esto dones se le llama también dones motivacionales.

En este tercer grupo de dones se refiere a las operaciones en la que Dios capacita a ciertos creyentes (1 Corintios 12:6; Filipenses 2:12-14; Romanos 12:7-8), así como El Espíritu da y capacita al que El quiere (1 Corintios 12:7-11) y Jesucristo equipa Su iglesia para la edificación de la misma (Efesios 4:11), podemos ver la manifestación del Dios Triuno en tres funciones diferentes para la edificación de la iglesia.

En Romanos 12:6-8, el apóstol Pablo esta hablando de la iglesia como cuerpo y entre los muchos dones que enumera enfatiza sobre los cinco de motivación (operacionales).

1. Servicio (Romanos 12:7).

Este término proviene del griego “Diakonia”, que significa ser atendido o asistir, siervo voluntario, trabajador. En la vida de la iglesia se necesita servir y para esto Dios pone el sentir y el deseo en ciertos creyentes que han alcanzado madurez en la vida de la iglesia y edificar con su operación. Este tema será mejor desarrollado dentro de los dones de administración al momento de hablar del diaconado que precisamente su operación es servir. El servicio se desarrolla en los dones de Administración en la iglesia.

2. Exhortar (Romanos 12:8).

Exhortación es la palabra griega “parakleis" significa "un llamado a estar junto a otro para ayudar", denota tanto exhortación como animo.

El don de exhortación se dirige al corazón del necesitado. No es tanto el contenido de una enseñanza que el exhortador quiere comunicar, sino más bien como esa exhortación puede de una manera eficaz tener resultado positivo en la vida de las personas.

Todos los esfuerzos del exhortador están dirigidos a edificar y animar a otras personas. Podemos llamar a esta persona "el que anima".
Notemos algunos exhortadores Bíblicos:

• Silas (Hechos 15:22-40).
• Tito (2 Corintios 2:13; 7:6, 13-14; 8: 6-23; Gálatas 2:1; 2Timoteo 4:10).
• Bernabé (Hechos 4:36; 11:22-26).

Algunas características del Exhortador:

o Le gusta animar a otros a que vivan victoriosamente.
o Es capaz de ver la raíz del problema.
o Da esperanza para soluciones, Su participación es cara a cara, Prefiere aplicar verdad más bien que investigarla.
o Ayuda a otros a que desarrollen en sus ministerios personales.
o Se vitaliza en las Escrituras.
o Ve las pruebas como oportunidad para crecer.
o Acepta las gentes sin juzgarlas.
o Toma decisiones fácilmente.

3. Repartir o Reparte.

Este don de repartir proviene del griego “compartimiento”. Esto es obrar generosamente para que la fe sea fortalecida y poder ministrar a favor de otros, tanto en el sentido espiritual como material.
Este don de una manera sencilla podemos resumirlo de la siguiente forma, mostrando Bíblicamente la forma de relacionarse con los demás dentro de la vida de la iglesia.

o Se debe repartir generosamente (Romanos 12:8). Esto indica que debe ser de una manera desprendida con sentimientos sanados por el espíritu. Liberalidad significa esto.
o Es necesario repartir con animo, esto indica obrar siempre con el mismo deseo que procede del amor de Dios en bien y edificación de la vida de la iglesia (Romanos 1:11-12). Comunicar significa hacer participe a otro de lo que se tiene. En este texto Pablo desea repartir, compartir, comunicar un don espiritual a la iglesia.
o Hay que repartir con necesidad genuina (Efesios 4:28). Aquí se exhorta a la iglesia a la unidad de proveer, para que halla que repartir y este resulte en bendición de los necesitados. Si los creyentes que poseen cualidades espirituales y materiales en la iglesia no obran, entonces, será difícil poder ejercitarse en repartir o compartir dentro de la iglesia. Aquí no se trata de aprovecharse de los que tienen la generosidad, sino que se debe tener en cuenta que a quien se le suministra lo que se reparte o se comparte tenga “un padecimiento de necesidad”.
o Se debe compartir para poder repartir, fue un principio de la iglesia por causa de las necesidades materiales. Así Pablo escribe a los Corintios en su segunda carta (2 Corintios 9:5-13), notemos además en el texto que no se hace como una exigencia, sino como una adoración.
Entiéndase que “liberalidad” en el texto es la virtud de distribuir a alguien desprendidamente.

4. Preside o Dirige.

La palabra traducida dirigir propiamente significa “el estar al frente o dirigir”. Hay personas que sin tener el conocimiento del orden bíblico, a ellos se les permite poder dirigir, pero en vez de edificar destruyen, por tener un concepto de gobernar a los demás y esto es levadura en la vida de la iglesia. Se dirige efectivamente, cuando Dios ha dado a la al creyente la facultad de ver lo que la iglesia necesita hacer para llevar a cabo la obra de Dios. La persona con este don a menudo el Señor le dará comprensión la cual le ayudara a esta persona a ver lo que la iglesia necesita como cuerpo.

Notemos algunas características del que preside:

o Tiene que ser una persona sensata en su don (Romanos 12:8). Esto quiere decir ser una persona con buen juicio y prudente.
o Uno que preside en la iglesia tiene que mostrar su buena obras con relación a la iglesia (Tito 3:13-14). Aquí Pablo exhorta a Tito quien le estaba presidiendo mientras estaba preso a que obrara correctamente, para que los demás aprendieran a presidir.
o los que toman el lugar de otros tienen que tener buen testimonio.

5. Misericordia.

La palabra misericordia tiene su origen en el termino hebreo “heded” que significa “amor entrañable”. Esto quiere decir que es necesario compenetrase con la realidad para poder conocer lo que padece otro.

Jesús en el Sermón del Monte hablo de los dichoso que es todo aquel que puede tener esta cualidad de Dios (Mateo 5:7). La misericordia ennoblece cuando es un acto de amor fiel y entrañable, cuando tiene como objetivo el crecimiento mutuo en la vida de la iglesia.

Este don es un poco diferente a los anteriores, mientras aquellos tienen que ver con el cuidado de las necesidades de otros mediante la aplicación, obrando.

Ejercer misericordia es ponerse uno mismo al lado o en lugar de otro, sufrir lo que otros sufren, o sea darse a otros.

Todos los creyentes hemos de ejercitarnos en el amor y las buenas obras, ayudando al necesitado siempre que halla oportunidad para ello, pero el don de misericordia implica darse por entero a las personas que sufren, en la compasión de Cristo y recodemos que en el fondo el ejercer de dicho don requiere que tratemos a las personas tal como Dios nos trato a nosotros en su misericordia.