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Elvis Domínguez
Tamboril, Santiago, Dominican Republic
El pastor Elvis Domínguez con una experiencia ministerial por más de 15 años en el área educativa secular y bíblica. Presenta una serie de Material de estudios bíblicos para el estudiante de la biblia y el lector común, con la finalidad que este pueda interpretar la biblia de forma correcta, teniendo en cuenta el método gramático historico y biblico. Esperando que su biblioteca sea nutrida con un material unico en su género.
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lunes, 21 de noviembre de 2011

Aspectos relacionados con la primogenitura de Jesús (Continuación).

Aspectos relacionados con la primogenitura de Jesús (Continuación).

D. El Primogénito de la Resurrección (1Corintios 15:20)


La Biblia establece también que Jesucristo es el primogénito de los que resucitaran. Para los cristianos, la Primogenitura de la resurrección de Cristo, marca un hecho sumamente importante debido a la esperanza que estos aguardan. Cuando la Biblia habla de la Primogenitura de la resurrección de Cristo, esto trata un asunto muy diferente a todas las resurrecciones que podemos encontrar en la Escrituras. Se dice de Lázaro el hermano de María y Marta que murió y resucito (Juan 11:13 comparar 38-44), pero con todo esto volvió a morir, de igual manera otros personajes como Dorcas (Hechos 9:39-41), el hijo de la viuda de Nain (Lucas 7:15), entre otros. El hecho es; que estos aunque resucitaron volvieron a morir y ahora duermen, pero Cristo esta vivo para siempre, esto es lo que constituye que El sea “Primogénito de lo que se levantan de la muerte para vivir para eternamente”.

Como Primogénito de la Resurrección Cristo se presenta en diversos pasajes del Nuevo Testamento como prueba y promesa de la resurrección de todos los justos que están unidos a El por fe y que también vencerán la muerte viviendo eternamente (1Tesalonocenses 4:14), en virtud de la unidad con Cristo como cabeza y por ser la resurrección y la vida (Juan 11:26). Jesús ha llegado a Ser la Resurrección por Su condición de Primogénito de la resurrección y la vida, porque marca el precedente de matar a la muerte. Jesús Es El destructor de la muerte (1Corintios 15:53-58)

Los creyentes duermen en Jesús y serán llevados a la eternidad con El (1Tesalonicenses 4:13-17; 5:10). La vida de los creyentes esta escondida con Cristo en Dios (Colosenses 3:3) y por que El vive, ellos también vivirán (Juan 14:19).

E. El Primogénito del Padre (Hechos 13:33)

Algo de suma importancia que tenemos que entender los hijos de Dios es que en la resurrección, Cristo nació como Hijo Primogénito de Dios. ¿Cuántos han oído que la resurrección fue un nacimiento para Cristo? ¿Quién ha pensado que además de la encarnación, Cristo tuvo otro nacimiento en Su resurrección?
Hechos 13:33 dice: “La cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: `Mi hijo eres Tú, Yo te he engendrado hoy’ ”. La palabra hoy de este versículo se refiere al día de la resurrección. Cristo fue engendrado por Dios en la resurrección para ser Su Hijo primogénito. ¿Cuántos cristianos han oído esta verdad? Pero esta verdad está en la Biblia. Cristo era el Hijo Unigénito de Dios antes de Su encarnación (Juan. 1:18). El Padre es tan divino y grande que en los periodos de adoración antes de la gracia, Dios se encontraba escondido ante la presencia y el conocimiento humano, sin embargo hoy tenemos el gran privilegio a través de su amado Hijo poder disfrutar de Su presencia y conocerlos lo mas profundo de Su ser. La encarnación constituyó la venida del Hijo unigénito de Dios (3:16). Este Hijo de Dios se encarnó para ser un hombre. En Salmos 2:7, revela que en la resurrección Dios engendró a Cristo para que fuera Su Hijo primogénito entre muchos hermanos (Romanos 8:28)
Cristo nació en forma humana como Hijo Primogénito de Dios.
“Dios... resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi Hijo eres Tú [Hijo primogénito], Yo te he engendrado hoy [el día de la resurrección de Cristo]” (Hechos 13:33).

En la eternidad Cristo era el Hijo unigénito de Dios (Juan. 1:18; 3:16). Luego, tomó la forma de hombre y la semejanza de hombre para hacerse hijo del hombre. Este Cristo, quien se hizo hijo del hombre, después de haber pasado a través de Su muerte y resurrección, fue engendrado para ser el Hijo primogénito de Dios. Este primogénito Hijo de Dios posee tanto la divinidad como la humanidad, siendo a la vez el Dios completo y el hombre perfecto. Esto es diferente de ser el Hijo unigénito de Dios en la eternidad, teniendo solamente la divinidad y no la humanidad, siendo sólo Dios y no hombre todavía. Puesto que el Hijo primogénito de Dios, quien ya tenía la divinidad, posee ahora la humanidad, El puede ser como nosotros.

Esta es una gran verdad que al no conocerla los creyentes dejan de disfrutar a Cristo como “La excelencia del Padre”, en quien El Padre se mostro dando así a Cristo el ser el primero en todo (Colosenses 1:15-22; 1Corintios 15:27-28). Cristo no podía venir en una condición exclusiva espiritual, tenia que ser expresado en carne para redimir a los “carnales”.


F. El primogénito de los hermanos (Romanos 8:29)


Además, la Biblia nos dice que nosotros los escogidos de Dios fuimos regenerados en la resurrección de Cristo. En 1 Pedro 1:3 dice: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según Su grande misericordia nos ha regenerado para una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos”. Dios nos regeneró mediante la resurrección de Cristo. En la resurrección Dios engendró a un Hijo, Jesucristo, y en la resurrección regeneró a muchos hijos. Esto nos muestra que la resurrección de Cristo fue un gran nacimiento. En el mismo parto, el Primogénito era Cristo, y este Hermano primogénito tuvo muchos “gemelos” que vinieron luego. En la resurrección, Cristo nació y nosotros fuimos regenerados, así que somos Sus hermanos “gemelos”, pues nacimos en el mismo parto.

Aunque esto está en la Biblia, ¿quién ha visto u oído tal cosa? No puedo negar esta verdad. De la misma manera, no puedo negar la existencia de República Dominicana porque estamos aquí en República Dominicana. Según nuestra idea natural, fuimos regenerados un día específico después de la resurrección de Cristo. Pero la Biblia nos dice que fuimos regenerados cuando Cristo resucitó. ¡Qué gran diferencia hay entre el entendimiento natural y la verdad revelada!

A. Los creyentes son regenerados para ser muchos hijos de Dios.

1) “Dios... nos ha regenerado... mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos” (1 Pedro 1:3); “Para que El sea el Primogénito entre muchos hermanos” (Romanos 8:29).


Estos versículos nos muestran que no sólo Cristo, quien se hizo hombre y tomó forma de hombre, nació para ser el Hijo primogénito de Dios en Su resurrección, sino que también nosotros, Sus creyentes por todos los siglos, nacimos juntamente con El como los muchos hijos de Dios en Su resurrección, para que El sea el Primogénito entre muchos hermanos, y para que nosotros los creyentes seamos como El. El era el Hijo de Dios con sólo la naturaleza e imagen de Dios, quien se hizo el Hijo del Hombre, al tomar la forma y naturaleza humanas; nosotros éramos los hijos de hombres, con sólo la forma y naturaleza humanas, quienes después nacimos para ser los muchos hijos de Dios en Su resurrección con la naturaleza e imagen de Dios. Ahora, El es tanto el Hijo de Dios como el Hijo del Hombre, teniendo la naturaleza e imagen de Dios, así como la naturaleza y forma humanas; y nosotros somos tanto los hijos de hombres como los hijos de Dios, teniendo la naturaleza y forma humana, así como la naturaleza e imagen de Dios.

De este modo, nosotros y El debemos ser completamente semejantes en la naturaleza y forma de Dios así como en la naturaleza y forma humanas.


B. Los creyentes son transformados en la misma imagen de Cristo.

1) “Nosotros todos [los creyentes]... somos transformados... en la misma imagen, como por el Señor Espíritu” (2 Corintios 3:18).

En la resurrección de Cristo, los creyentes son primero regenerados para ser los muchos hijos de Dios, quienes tienen la semejanza de Cristo, el Hijo primogénito de Dios. Luego son gradualmente transformados en la misma imagen de Cristo en el Señor Espíritu para llegar a ser más semejantes a El.

C. Los muchos hijos son constituidos en la imagen del primogénito de Dios.

1) “A los que [a los muchos hijos de Dios] antes conoció [Dios], también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de Su Hijo, para que El sea el Primogénito entre muchos hermanos” (Romanos 8:29).

Este versículo dice que en la eternidad Dios nos predestinó a nosotros, los muchos hijos de Dios, para que fuéramos hechos conforme a la imagen del Hijo primogénito de Dios, Cristo. Esto será realizado cuando el Hijo primogénito de Dios regrese a la tierra habitada (Hebreo1:6) para arrebatarnos y transfigurar nuestro cuerpo. Nosotros fuimos regenerados en la resurrección de Cristo para ser los hijos de Dios, quienes son como El, el Hijo primogénito de Dios. Después de esto, diariamente somos transformados por el Señor Espíritu en la misma imagen de Cristo, quien es el Hijo primogénito de Dios. Cuando el Señor regrese, nuestro cuerpo será redimido, transfigurado y conformado al cuerpo de Su gloria (Romanos 8:23; Filipenses. 3:21). En aquel entonces, seremos completamente conformados a Su imagen, para ser plenamente semejantes a El, aun en nuestro cuerpo (1 Juan 3:2), y con El disfrutaremos la eterna gloria divina. Tal glorificación es el apogeo de nuestra conformación en la vida de Cristo.

G. El Primogénito de la nueva creación (Colosenses 1:15)

Ser el Primogénito de la Creación significa dos cosas:

A. Dominio Universal.
B. Heredero de todo el Universo.

El significado de la palabra Primogénito es (prototokos), esto es muy importante para la comprensión correcto de que Cristo es el Agente de la Creación y no un ser creado como algunas sectas religiosas han querido definir. En este caso la palabra Primogénito aquí debe ser comprendida en el sentido de Ser “Supremo”, mas bien que en el sentido temporal de haber “nacido antes”. La Soberanía de Cristo sobre el mundo creado es sostenida por los siguientes textos (Juan 1:3; Hebreos 1:2).En esta enseñanza queremos referirnos a Cristo como el Primogénito de la Nueva Creación. Tanto en la vieja creación como en la Nueva creación, Pablo resalta la Preeminencia de Cristo. Sin embargo la vieja creación fue viciada, por lo cual Cristo hoy se identifica en la Nueva Creación y la vida de Iglesia. En la vieja creación encontramos todos los componentes caídos. Pero en la Nueva Creación todo es hecho nuevo.

A. Se encarnó, vistiéndose así de la vieja creación.

Quisiera que ahora, a manera de estudio general, examinemos al Cristo presentado en los Evangelios, en el libro de Hechos, en las epístolas, en Apocalipsis, y finalmente, en Colosenses. En los Evangelios vemos que Cristo se encarnó al vestirse de la vieja creación. Juan 1:14 declara que el Verbo se hizo carne. La palabra carne denota al hombre de la vieja creación. Hablando con propiedad, Dios no creó la carne; más bien, Él le creó un cuerpo al hombre. Pero por medio de la caída, el pecado entró en el cuerpo del hombre e hizo que se convirtiera en carne. Por tanto, la carne mencionada en Juan 1:14 se refiere al hombre de la vieja creación. El hombre, quien es la cabeza de la creación, se había convertido en carne. Por tanto, Cristo se hizo hombre mediante la encarnación, y de ese modo se vistió de la vieja creación.

B. Llevó una vida humana que expresó a Dios.

Cristo expresó a Dios durante Su vida humana. Juan 1:18 dice que a Dios nadie le vio jamás, y que el Hijo le dio a conocer. Durante los treinta y tres años y medio de Su vida en la tierra, Cristo declaró a Dios y lo expresó.

C. Fue crucificado para acabar con la vieja creación.

Cuando Cristo fue crucificado, Él acabó con la vieja creación. Si le preguntáramos a un judío acerca de la crucifixión de Jesús, probablemente diría que ésa fue simplemente la muerte de un hombre llamado Jesús de Nazaret. Un cristiano recién salvo diría que su Salvador fue crucificado, y un cristiano más avanzado tal vez contestaría que no solamente Cristo fue crucificado como su Salvador, sino que también él mismo fue crucificado juntamente con Cristo. Otro creyente aun más avanzado quizás respondería que en la cruz se le dio muerte a Cristo, al yo, a Satanás y al mundo. Sin embargo, ni siquiera ésta es una respuesta completa. Debemos ver que en la cruz, Cristo terminó con el pecado, con Satanás, el mundo, el viejo hombre y con la creación entera.

Además, allí fue clavada la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas. Por tanto, la muerte de Cristo puso fin a toda la vieja creación.

D. Resucitó para producir la iglesia, la nueva creación.

Los Evangelios revelan que Cristo fue resucitado para producir la iglesia, la nueva creación. Él fue el grano de trigo que cayó en la tierra y produjo muchos granos en resurrección para formar la iglesia (Juan. 12:24).

II. Cristo en el libro de los Hechos.

En el libro de Hechos, vemos que Cristo fue exaltado y dado por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia. Hechos también revela que Cristo, después de Su exaltación, descendió como Espíritu para llevar a cabo la intención de Dios. Además de esto, Hechos revela que Cristo fue propagado para producir la iglesia.

III. Cristo en las Epístolas.

En las Epístolas vemos que Cristo es nuestra justicia (1 Corintios 1:30), nuestra vida (1 Juan. 5:12), nuestra provisión de vida (Filipenses1:19), nuestra santidad (1 Corintios 1:30), nuestra redención (1 Corintios 1:30) y nuestra gloria (1 Timoteo 1:1). Todos estos aspectos de Cristo indican que llegaremos a experimentar una transformación completa, la cual dará por resultado nuestra glorificación.

IV. Cristo en el libro de Apocalipsis.

En el libro de Apocalipsis vemos que Cristo es el testimonio que portan las iglesias. En las iglesias, solamente testificamos de Cristo. Además, en Apocalipsis vemos que Cristo es el Rey en el reino venidero, y que finalmente Él será el centro de la Nueva Jerusalén por la eternidad.

V. Cristo en el libro de Colosenses.

Hemos visto que en el libro de Colosenses Cristo es Aquel que tiene la preeminencia (1:15, 18) y que Él es “Todo” (3:11). Él es la centralidad y la universalidad del propósito de Dios. En Colosenses Pablo describe a Cristo con muchas expresiones extraordinarias que no se hallan en ninguna otra parte de las Escrituras. Esto indica que Colosenses presenta la revelación más elevada de Cristo en toda la Biblia. Este libro es como el monte de Sion, el más alto de todos los montes. Apreciamos este libro por presentar a Cristo, de una manera tan elevada y única, como Aquel que tiene la preeminencia y que es “Todo”, la centralidad y la universalidad de Dios.

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